La Justificación de la Empresa y el Nuevo Capitalismo

Por Eugenio Tironi, Presidente de TIRONI

Así se titula este nuevo libro de Ediciones ABIERTA, que con motivo de los 30 años de TIRONI, expone aprendizajes y reflexiones surgidas de una larga trayectoria de consultoría.

El libro comienza con una exposición sobre los aportes que puede ofrecer la sociología y las llamadas “habilidades blandas” para entender a la empresa en medio de un capitalismo en el que constantemente deben estar alerta para contener sus tendencias autodestructivas, y que conducen a recurrentes escándalos que dañan su prestigio.

El capitalismo requiere justificación, es decir, valores y creencias que generen consenso entre sus participantes. Para ello absorbe incluso ideologías inicialmente hostiles, como la ecología, y las armoniza con sus intereses. Lo mismo sucede con la empresa. La justificación es crucial para que pueda mantener su "poder de coordinación" y superar los inevitables "momentos críticos".

Desde los años setenta, la justificación dominante ha sido la "doctrina Friedman", que afirma que su única responsabilidad es maximizar el retorno para los accionistas. Esta tesis ha sido criticada por promover conductas destructivas y cortoplacistas, y parece obsoleta ante los desafíos que envuelve el capitalismo “cognitivo” o “conexionista”. En éste el valor de una empresa radica en su capacidad de reunir y articular información, conocimiento y creatividad, más que en la producción física tradicional. A la par, él transforma radicalmente el proceso de trabajo y la estructura empresarial, enfatizando la singularidad, la flexibilidad, la organización por proyectos, la compensación por resultados, el empleo temporal, así como la autonomía y las redes personales, lo que quiebra las fronteras entre trabajo y vida personal y de trabajo y ocio.

El agotamiento de la doctrina Friedman y la nueva economía ha empujado a buscar nuevas formas de justificar las empresas, con énfasis en factores no económicos. Esto ha engendrado, entre otras, la noción de "reputación corporativa", así como de “propósito” y “relato”. Este libro es crítico al uso vago y universal de algunos de estos conceptos y metodologías. Propone, en tanto, un enfoque alternativo basado en la "teoría de la justificación" de Boltanski y Thevenot, el que permite a las empresas definir una reputación que refleje genuinamente sus valores y contexto.

Finalmente, el libro hace un llamado al capitalismo chileno a reforzar su legitimidad, para lo cual debe tomar distancia de doctrinas foráneas que alcanzaron hegemonía en un contexto autoritario, y buscar una justificación arraigada en la cultura chilena, como podría ser la tradición cultural católica.

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